Los primeros en celebrar la ‘fiesta’ del despiece del cerdo serán los municipios de Castromocho, que ya comenzó ayer, Becerril de Campos, con su V Fiesta de Invierno mañana, y Fuentes de Nava, el domingo.
La fiesta de San Antón, el 17 de enero, ha sido y es una de las más emblemáticas de Castilla en general y de la comarca natural de Tierra de Campos en particular.
Rendir homenaje al patrono de los animales, que fueron durante siglos compañeros infatigables del duro quehacer en el campo, era cuestión obligada. Tiempos en los que, quizás, se soñaba con una mecanización agrícola que aliviara un trasiego impenitente de tareas que amagaban las horas y que se eternizaban en labores que ahora nos suenan románticas y bucólicas, pero que ajaron los rostros de los sufridos trabajadores del mundo rural.
Con todo, sacaron adelante sus tierras y sus pueblos, recreándose, al mismo tiempo, toda suerte de costumbres y tradiciones.
Fiestas, como decimos, que estuvieron muy arraigadas en la comarca terracampina. Por eso no es de extrañar el resurgir de la tradición, impulsada por los propios Ayuntamientos, las asociaciones locales y hasta por los centros de iniciativas turísticas. Todos han querido recobrar el esplendor del ayer, poniendo sobre la mesa argumentos loables que hablan de la recuperación de las raíces propias.
En definitiva, dejar constancia de lo que fuimos para que las generaciones venideras sepan hacia dónde van. O si se prefiere, tal y como apuntan desde algunos estamentos, «dejar claro que las tradiciones de los pueblos no se pueden perder y menos ahora, cuando la despoblación nos acecha por los cuatro costados».
Las citas más inmediatas: Castromocho que comenzó ayer jueves 13 con la matanza del marrano y los preparativos para la fiesta de San Antón el lunes 17; le siguen Becerril de Campos y Fuentes de Nava que llegan este fin de semana.
Sea el caso de Becerril, que celebra mañana su quinta Fiesta de Invierno. Una vez más el cerdo será chamuscado y las pastas y los orujos harán su función entre el frío y la lluvia que nos invade. Llegarán las jijas y las morcillas, con sus puestos de venta y degustación, mientras que los aderezos tendrán forma de música de dulzaina con sabor a sopas de chichurro.
Al día siguiente, más fiesta, en este caso en Fuentes de Nava. Su conocida fiesta de San Antón se adelanta al domingo 16 de enero para que la afluencia de público sea mayor, aunque los vecinos, sin duda, también festejarán el propio lunes, 17 de enero, fecha exacta del santoral.
Así pues, el este domingo, en Fuentes de Nava, el festejo comenzará a las once de la mañana, en las inmediaciones del templo de Santa María, lugar en el que se llevará a término el destazado del gocho. A las doce y media, Misa Mayor.
Y una hora más tarde, bendición de animales, concurso de refranes al santo, concurso de engalanamiento de animales y arreos, tradicionales Vueltas de San Antón y degustación de morcilla y picadillo para todos los presentes, que volverán a ser muchos si se mantiene la tendencia de los últimos años.
Mientras, en los bares, triunfará la bebida genuina y que lleva por nombre manchao. Líquido elemento que calienta el espíritu y que invita a la conversación y la jarana.
Fiestas de costumbre que también tendrán su eco en otros muchos municipios de la comarca. El protagonista, el santo Antón y lo que consigo trae: tradición, cultura, festejo, diversión, ritual y refranes para dar y tomar.
San Antón y la matanza tradicional. Lógicamente, todo lo que tiene que ver con San Antón va unido, inequívocamente, con lo gastronómico y culinario.
Punto exacto y preciso en el que entra en juego el entrañable cerdo, del que se aprovechan hasta los andares y que cuenta con un nutrido y generoso repertorio de sinónimos: gocho, puerco, marrano...
Palabras que se traducen en jijas, morcillas, torreznos, jamones y longanizas. Productos que vuelven a estar muy de moda y que ahora, paradojas de la vida, regresan con fuerza para ser más buenos, nutritivos y mediterráneos que nunca y que antaño mataron el hambre de muchos. Ya se sabe, épocas de escasez y de penurias.
Manjares que salen a escena con motivo de las recuperadas y potenciadas fiestas de San Antón, que suelen acompañarse de los aspectos propios de la matanza pública y ritual del cerdo en cuestión y que suele congregar en todos los pueblos a cientos de personas, ya se revistan de viajeros, turistas o de familias que desean acercarse hasta una localidad terracampina para recordar lo que hacían sus padres o abuelos.
O simplemente para que sus hijos –algunos- descubran que las pancetas no aparecen envasadas al vacío por arte de magia en los estantes de las grandes superficies.
Fiestas de costumbre que también tendrán su eco en otros muchos municipios de la comarca. El protagonista, el santo Antón y lo que consigo trae: tradición, cultura, festejo, diversión, ritual y refranes para dar y tomar.
Entre ellos, por ejemplo Castromocho, con la tradicional subida de la cuesta de San Antón a caballo el lunes.
JULIO C. IZQUIERDO
Diario Palentino_Digital, 14 Enero 2011.
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