Castromocho lidera las celebraciones del patrón que salvaguarda la salud de los animales. Los vecinos elaboran refranes cada año para dedicárselos al santo en una fiesta que concita también el interés de los más pequeños.
Las bendiciones de San Antón, el patrón que salvaguarda la salud de los animales, se repitieron el lunes en numerosos puntos de la provincia, si bien en Castromocho la fiesta tiene una acogida especial. Transmitida de padres a hijos, la festividad de San Antonio Abad fue recuperada con más fuerza hace unos años por varios vecinos y por la corporación municipal. Ni la lluvia ni el frío impiden que cada año castromochinos y forasteros se concentren en los aledaños de la parroquia de Santa María para ver a los caballos y sus jinetes correr la cuesta de San Antón.
Pero el día grande necesita varias jornadas de preparación, sobre todo para obtener los manjares que se degustaron en la comida popular con la que culminó la fiesta el lunes en los salones de El Sindicato, ya que días antes tiene lugar la matanza del cerdo del que se obtienen las chuletas, jijas, morcilla y panceta.
Los vecinos bajaron el santo de su altar el domingo y prepararon un lecho de yedras sobre las andas en las que lo sacaron en procesión. Después, lo pusieron guapo, y para ello le lavaron el rostro con vino, para dejarlo muy lustroso.
Con todo esto ya dispuesto, los vecinos acudieron el lunes a la misa en honor a San Antón y posteriormente lo sacaron en procesión para que los animales fueran bendecidos por el párroco, Joaquín Camina. Este San Antón, pese a ser lunes, se bendijeron perros, burros, caballos, gallos, gorriones e incluso una pareja de tortugas que cada año acude fielmente a su cita con el santo, al que tampoco este año le han faltado los refranes, algunos de siempre, y otros nuevos elaborados por los vecinos.
Siete caballos con sus jinetes, una joven amazona entre ellos, y un borrico con dos pequeñas sobre su lomo subieron la cuesta, y después de demostrar su habilidad, tocaba ir a La Solana. Allí esperaban las pastas, la mistela y las sopas de ajo, que con el frío pegado al cuerpo entraban de maravilla. Tanga, rana, jotas sonando con fuerza y alegría entre los presentes, que culminó en la comida popular que llenó los salones de El Sindicato.
Tras degustar los productos del cerdo, solo cabía un pensamiento en la mente de todos, que era el 17 de enero de 2012.
En Carrión de los Condes, también siguiendo con la tradición, los entornos de la iglesia de Santa María del Camino acogieron a los carrioneses, que llevaron las mascotas a recibir la bendición que impartió el párroco. Una treintena de perros de las más variadas razas, tortugas, pájaros, un par de caballos e incluso una cría de chivo con una semana de vida fueron los protagonistas del patrono de los animales.
En Cisneros, también se mantiene la fiesta de San Antón. Niños y jóvenes del pueblo contaron a través de refranes las carencias y problemas que tienen los ganaderos, realizaron peticiones para el sector y pidieron protección para los animales. Los vecinos acudieron al acto con sus mascotas, que fueron bendecidas por el párroco de la localidad, y después se celebró la procesión. Los promotores de la fiesta destacan el entusiasmo e interés de los más pequeños por mantener viva esta tradición.
El Norte de Castilla/Palencia, 19 Enero 2011.
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