15 de junio de 2019

Homenaje a los represaliados de la Guerra Civil ante un memorial sin inaugurar

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica se niega a llevar los restos de 245 personas al mausoleo por discrepancias con UGT, propietaria del terreno

«No sois muertos, sois vivos recuerdos». La poesía ha sido protagonista en el homenaje a las víctimas de la represión en Valladolid y su provincia, y quizá este sea el verso que mejor representa a los familiares y amigos que ayer honraron a aquellos que aún no han recibido una digna sepultura. «Vivos recuerdos» porque hay quien no ha olvidado tras toda una vida de lucha por recuperar los restos de su padre, tío o abuelo para darle el descanso que merece. Decenas de personas han rememorado a sus antepasados en el cementerio de El Carmen, junto a la zona catalogada como fosa número 1 por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Valladolid (ARMH), donde encontraron buena parte de los restos de 245 personas halladas en el subsuelo del cementerio.

Allí se han depositado por primera vez los claveles rojos que simbolizan el recuerdo a los represaliados, pues hasta ahora la asociación organizaba este homenaje en Torozos. El acto llega a Valladolid precisamente por recuperar un número tan importante de personas en el cementerio de El Carmen, donde la asociación estima que con las ya recuperadas y las que quedan, pudieron ser enterradas unas 580 personas en diez fosas. Otro motivo para homenajear a los represaliados en el campo santo de la capital es el memorial ya construido para recordar a cada una de las personas asesinadas en la Guerra Civil y la posguerra, aunque por motivos de discrepancias entre ARMH y UGT, aún no ejerce su función.

Según ha explicado en el acto el presidente de la asociación, Julio del Olmo, en 2016 plantearon al Ayuntamiento destinar un lugar del cementerio municipal como panteón para los restos encontrados en las fosas comunes. Tras aprobarlo e iniciar las obras, representantes de UGT (el lugar donde se ha levantado el memorial es particularidad del sindicato y PSOE) paralizó la obra. Más tarde ambas organizaciones socialistas reanudaron el proyecto, aunque explica del Olmo que «acuerdan poner los símbolos y las frases que ellos consideren». «Nos ceden el espacio bajo el paraguas de su simbología», apunta el representante de ARMH.

Esto choca con los principios de la asociación, que desde su creación «se dedica a recuperar a las víctimas y a investigar» sobre el paradero de personas que vivían en «un estado democrático» como es la República, por lo que «son personas de muy distintas ideologías». «Cualquier memorial tiene que ser de todas las víctimas», sentencia Julio del Olmo. Por eso la asociación tiene los restos de las casi 250 personas recuperadas en un almacén, a la espera del apoyo de algún municipio de la provincia para poder trasladarlos a otro cementerio. Tras detallar el presidente de ARMH lo sucedido con el memorial, algunos asistentes han querido hablar sobre cómo pueden actuar a partir de ahora. Se ha propuesto comprar entre todos el solar donde se encuentra, aunque la idea que ha tomado más fuerza es la de pedir una reunión a los líderes del Partido Socialista y el sindicato «para ser escuchados».

Aunque el homenaje queda marcado por no producirse en el memorial, Julio del Olmo hace hincapié en que es un momento de «gran alegría», pues «por fin hemos podido recuperar un número importante de personas». Ha mencionado a «los 15 de Castromocho» localizados tras la identificación de la palentina Lina Franco; también a Francisco González, sargento reconocido gracias al resto del uniforme que portaba y que ha permitido identificar los restos de otras cinco personas de Labajos, y el hallazgo de un libro en las excavaciones que ha aportado una cantidad de información «impresionante».


Poesía y música como homenaje

Para acabar el acto de homenaje junto a la fosa que Avilio Pérez cuida siempre que puede como una sepultura más del cementerio, los familiares y amigos de los represaliados escucharon la poesía y la música que precedieron a las lágrimas. El verso final de la canción lo repitieron varias veces todos los congregados junto a la fosa, a escasos metros del memorial sin inaugurar. «No vieron al enterrarlos que quizá eran semillas».

Un allegado de los de Castromocho aprovechó el encuentro para agradecer a ARMH su labor. «Siempre que veo a Julio se lo digo. En la asociación no desfallecen, hacen cosas increíbles». De hecho, en la actualidad llevan más de dos meses de trabajo en Medina del Campo, unas labores que el presidente recuerda como «las más difíciles» que han realizado.

El Norte de Castilla, 15 junio, 2019.