La iglesia de San Esteban de Castromocho ha sido el escenario el pasado sábado de un luminoso concierto ofrecido por el maestro Francis Chapelet dentro del ciclo de conciertos estivales que promueve la Diputación de Palencia y organiza la Asociación Tadeo Ortega. No se recuerda un lleno total desde que se iniciaron los ciclos de órgano de Tierra de Campos. Un Chapelet exultante ha hecho sonar como nadie el órgano de Castromocho, un instrumento que, pese a sus dimensiones reducidas, reproduce sonidos con una profunda resonancia en el templo, que sin duda el maestro domina y conoce al detalle.
La combinación de registros en el Tiento lleno, de D. de Torrijos, y en la Batalla, de J.Jiménez, junto con el virtuosismo técnico de las Variaciones sobre el canto Unter del Linden grunë, de J. P. Sweelinck, pone de manifiesto la calidad interpretativa del maestro, que a nadie dejó indiferente.
El remate del concierto, con un público emocionado y en pie solicitando una propina, ha sido una improvisación de sonoridad contemporánea, que solamente puede ser interpretada por un gran conocedor de las posibilidades del órgano con el que Chapelet está tan familiarizado. Ha sido capaz de transportar al público a otra dimensión, otra musicalidad y otras atmósferas, con el empleo de disonancias contrastantes de graves y agudos, evocadoras de sonidos telúricos a la altura de Xenakis o Ligeti.
En otras ocasiones se ha procurado la instalación de una pantalla para poder acompañar la audición con las imágenes en directo de las manos del intérprete y otros detalles del pueblo y del templo. Dado el interés creciente que despiertan los conciertos de órgano, sería deseable que los ayuntamientos de las localidades en los que se celebran estos conciertos, solicitaran con antelación los medios audiovisuales que cede Araduey Campos y que la Asociación Tadeo Ortega ha recomendado por escrito en fechas pasadas para posibilitar un mayor disfrute del acto.
Tras el concierto de órgano, se le ha dedicado un homenaje con motivo de su 80 cumpleaños, ofrecido por la fundación que lleva su nombre en Abarca de Campos. La ocasión ha sido propicia para celebrar con un Francis Chapelet visiblemente emocionado su trayectoria y su aportación a Tierra de Campos en general y a Abarca en concreto.
El que da vida
Se ha servido un aperitivo para las personas invitadas al homenaje, sus amigos más próximos, sus alumnos y los miembros de la Fundación, en un homenaje en el que se leyeron unas palabras de sincero agradecimiento, destacando el carácter y personalidad del maestro, que constituye para este territorio, sin duda alguna, una esencia o el genius loci, un término de origen romano que significa espíritu protector, el que da vida a la gente y a los lugares y determina su carácter o esencia. Se han destacado notas de su biografía, sus experiencias vitales y el legado de su obra, realizando bajo su patrocinio el arreglo de cientos de órganos a lo largo del mundo.
En concreto, en Castilla y León su contribución es incuantificable. Por su inmenso legado, la fundación que lleva su nombre agradeció profundamente su incalculable aportación, su trabajo desinteresado y su dedicación sin límites. Es para todos los habitantes del lugar un honor y un deber continuar con la labor que en su día iniciaron el maestro Chapelet con la ayuda de los que en su día fueron los socios fundadores y la labor altruista de un buen número de socios y amigos.
Hoy es innegable que ese proyecto, ese legado, esa ilusión y ese conocimiento extenso y profundo del órgano de nuestra tierra no es un proyecto naciente, sino una realidad con una enérgica proyección. Gracias a todos ellos hoy estas tierras pobres en población y ricas en cultura y patrimonio, cuentan con unas instalaciones, fondos bibliográficos instrumentos y sobre todo ilusión, por seguir trabajando para continuar con el deseo del maestro que da nombre a la fundación. Bajo su atenta mirada y con su inestimable apoyo se debe continuar la labor que le dio origen.
Aunque sean tiempo complejos será deseable que la cultura no se relegara a un segundo plano, ella nos da origen, voz y aliento para lo que estas tierras han sido, son y serán, y aunque es la iniciativa privada la que ha visto nacer esta fundación, esperamos contar con la colaboración de las instituciones culturales, locales, regionales y nacionales en adelante.
Desde su vivienda de barro en Abarca de Campos, entre los ladrillos de tejar, ventanas enrejadas y carpinterías avejentadas por el sol y el tiempo, se escuchan los tubos sonar, es Francis que nos saluda con su música, el carillón de la plaza que toca cada hora y nos recuerda, al Genius Loci de Tierra de Campos, una tierra que se siente agradecida por su aportación, trabajo y dedicación.
El Norte de Castilla, 4 Agosto, 2014