Desde la primera fila de bancos de la catedral, Anunciación y Raquel siguieron atentas y «muy emocionadas» la ceremonia en la que su hermano Manuel tomaba posesión de la cátedra de obispo de Santander. Anunciación reside en Granada. Raquel, la pequeña, la soltera, la melliza del nuevo obispo, vive en Valladolid.
La ceremonia en la catedral fue muy solemne pero desnuda de lujos. Centrada en lo religioso, como toda la mañana vivida ayer por el nuevo obispo. Fue toda una jornada repleta de abrazos, besos, aplausos, saludos y bienvenidas, que respondió desde primera hora con sonrisas, muchas sonrisas, y la palabra ‘gracias’, que repitió un millón de veces.
Fue en El Cristo, donde Sánchez Monge roció por primera vez con hisopo y agua bendita en Santander. Y fue a los fotógrafos que inmortalizaron el acto. Y tras la visita a El Cristo, el saludo a las autoridades. Y ya en el interior de la catedral abrazó con cariño Sánchez Monge en la puerta del Obispado a tres castellanos y leoneses que le son familiares: el alcalde de Fuentes de Nava, Jesús Gutiérrez Matía; el de Castromocho, pueblo cercano, Florencio Caballero, y el delegado de la Junta de Castilla y León en Palencia, Luis Domingo González. Y es que el nuevo obispo de Santander nació en Fuentes de Nava en 1947 y allí pasa temporadas de descanso y algunos veranos. «Hemos venido más de cien personas para arropar a nuestro vecino», señaló el alcalde de Fuentes de Nava. Vecino, amigo, familiar a quienes besaron muchos hombres y mujeres que le conocen de cerca, desde niño. A quienes algunos llaman simplemente ‘Manolo’.
Desde Galicia también acudieron muchos fieles, pues el prelado ha sido hasta el pasado 6 de mayo obispo de Mondoñedo-Ferrol.
Y en la catedral, repleta, se desplegó todo el ceremonial y protocolo para que no fallase nada. Hubo saludos especiales y recuerdos desde el púlpito para muchos compañeros eclesiásticos.
Al Colegio de Consultores le fueron presentadas las Letras Apostólicas, la carta del Papa Francisco por la que se nombró a Sánchez Monge obispo santanderino y las 3.000 personas que abarrotaron el templo aplaudieron largamente cuando Sánchez Monge tomó el báculo y se sentó en la sede. Y entonces voltearon las ocho grandes campanas de la torre, que salieron en 1999 de la mano de hermanos Portilla, de Gajano, con nombres como ‘San Emeterio y San Celedonio’, la más grande (1.598 kilos de peso) y ‘San Juan Nepomuceno’ (199 kilos), la más pequeña. En la catedral estuvieron aplaudieron también invitados especiales, como al pastor Julio García Celorio, de la Iglesia Protestante, y representantes de la Iglesia Ortodoxa. No faltó el cronista oficial de Santander, Benito Madariaga de la Campa.
La próxima celebración para el obispo de Santander será el 6 de junio, fecha en que se cumplen diez años de su consagración episcopal por el Papa Benedicto XVI. Fue ordenado el 9 de agosto de 1970.
El Norte de Castilla, 31 Mayo 2015 por Juan Carlos Flores Gispert.
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