20 de julio de 2010

Un plan para anillar aves en Castromocho permite su estudio

La iniciativa facilita el seguimiento del paso postnupcial de pájaros por la laguna de El Cruce

Tres meses de campaña por delante, del 15 de julio al 17 de octubre, servirán para anillar al mayor número de pájaros a su paso por la laguna de El Cruce, en el municipio palentino de Castromocho. El objetivo de esta actividad, que forma parte del proyecto 'Life Canal de Castilla', es el de monitorizar y hacer un seguimiento de las aves durante su paso postnupcial.

Un total de cuatro anilladores profesionales, y un número indeterminado pero alto de voluntarios, dedicarán cerca de cinco horas diarias, desde el amanecer, a capturar y tasar a las aves. El procedimiento es siempre el mismo durante el trimestre. «A lo largo de las cerca de 20 hectáreas con las que cuenta la laguna, ponemos 166 metros de red», explica Fernando Jubete, uno de los anilladores, perteneciente a la Fundación Global Nature.

Estas redes son transparentes y de nailon, e interceptan el vuelo de los pájaros de manera que éstos quedan embolsados. Una vez capturados, se analiza cada especie, su color, tamaño, género, medidas del ala o del músculo, y se plasma en una ficha individualizada que se guarda en una base de datos. Tras la ficha, se procede al anillamiento del ave. «Consiste en colocar un anillo de aluminio en la pata, que tiene un número, que es como su DNI, y un remite, por si alguien captura el ave, que sepa a quien remitirse». Así aunque el pájaro se encuentre en cualquier parte del mundo, la información puede ser recogida por el Ministerio de Medio Ambiente. Finalmente se lleva a cabo la suelta del pájaro. El estudio de la especie se consigue cuando se captura de nuevo esa ave anillada. Esta campaña permite conocer qué especies están amenazadas, o qué especies son consideradas raras. También qué especies tienen una mayor capacidad de reproducción si, por ejemplo, se captura un mayor número de crías que de adultos. Del mismo modo su estudio explica el comportamiento de los pájaros. «Nos permite conocer su fenología, es decir, cuándo empieza a llegar una especie», afirma Jubete. Y lo más importante a su juicio, es comprender la tendencia de las distintas especies de aves.

Pero los resultados empiezan a valorarse con el paso de los años, ya que es necesario compararlo con periodos anteriores, y con otras estaciones de anillamiento para sacar conclusiones. Además, «la mayoría de los pájaros anillados no se recuperan», subraya Jubete, que lleva realizando estas labores de identificación toda una década, desde el año 2000.

Aunque depende del número de redes y de la tendencia de cada año, de media se suelen capturar en torno a 3.000 pájaros por campaña, unos 30 o 40 al día. Además, se suelen coger unas 70 especies distintas en cada anualidad, entre carriceros comunes, ruiseñores bastardos, mosquiteros regionales o carricerines cejudos, ésta última una especie amenazada y considerada especie prioritaria de conservación por la Unión Europea.

A pesar de que es un trabajo duro, para Fernando Jubete es una actividad muy interesante. «A veces hemos hecho recuperaciones extranjeras, o hemos capturado pájaros que nunca habíamos visto antes por aquí, ya que pasan aves migrantes». Generalmente se capturan pájaros pequeños, llamados paseriformes, es decir, de menos de 100 gramos. «Aunque a veces podemos coger patos o cernícalos», asegura el anillador de la Fundación Global Nature.

Elena Noriega, El Norte de Castilla, 20 Julio, 2010.


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