18 de noviembre de 2007

Primer encuentro de castromochinos en Madrid

Emotivo encuentro de un importante grupo de castromochinos residentes en Madrid que hacía décadas que no se veían. 

Diecisiete de noviembre, Madrid nos regala un típico día otoñal: frío por la mañana pero cálido y acogedor hasta el atardecer. Todo hacía presagiar que iba a ser un día íntimo e inolvidable. Era el día tan esperado y ansiado por muchos; era el día del Primer Encuentro de castromochinos residentes en Madrid. Tal como se había programado nadie falló a la cita, bueno sí, falló uno por un imprevisto de última hora. Las dos de la tarde era la hora indicada y a medida que se acercaba esta hora los comensales empezaron a aparecer por la Casa de Asturias. Según íbamos llegando, unos con caras de despistados otros con cara de admiración, intentábamos adivinar quién era el que teníamos enfrente: "estos tienen que ser de Castromocho ¿no? solía ser la primera reacción al llegar al punto de encuentro, ya que no todos podíamos reconocernos debido a los años que habían pasado desde que nos vimos por última vez. ¡¡Qué abrazos tan sinceros y con cuanto efecto de amistad al irnos presentando!! ¿Así es que tú eres la hija de Pedro Montes, y tú el hijo de la Sra. Basilisa? ¿Y tú quien eres? ¿Y tú…? Entre saludo y saludo se cruzaban recuerdos y añoranzas todas ellas relacionadas con el nombre de tantos castromochinos que han llevado el nombre de Castromocho por los más insólitos rincones del mundo siempre orgullosos de sus orígenes. La sobremesa la abrieron unas palabras muy emotivas de Heraclio seguidas por unos recuerdos no menos emotivos del P. Alfredo. Nos contaba emocionado: “en uno de mis viajes de vuelta de Cuba, al llegar e Venta de Baños, pasé por una caseta abandonada y... ¡¡qué vuelco me dio el corazón!! En las paredes de esa caseta había un escrito, y ese escrito decía... "A Castromocho por allí" indicando con una flecha la dirección a Castromocho. Siguió luego una larga sobremesa con un denominador común: este no debe ser el último encuentro ya que la vida va muy de prisa y en ella el único valor que perdura por siempre es la amistada, la fraternidad y los buenos sentimientos. En base a estos principios se acordó hacer otra reunión de las mismas características en Vitoria. Heraclio será el promotor de este encuentro y espero que Luís Frontela le eche una mano para aglutinar a todos aquellos que andan por el País Vasco; sin duda este segundo encuentro será también un encuentro íntimo y bonito. Ni que decir tiene que cuentan con todo el apoyo de los de Madrid y si esa idea llega a buen puerto haremos un esfuerzo por unirnos a ellos ese día con un único fin: juntarnos por tercera vez TODOS en Castromocho el 2 de Agosto, proclamado el próximo año, “Día del Castromochino Ausente” tal y como me hizo saber el Sr. Alcalde, Florencio Caballero, el día que le invitamos a este encuentro. Nos hubiera encantado su presencia entre nosotros pero no pudo ser. Pero que nadie dude que nosotros allí acudiremos el próximo 2 de agosto con el fin de mostrar que nuestro único propósito es unir fuerzas, no dividir, y juntar al mayor numero posible de personas en un día tan indicado para el pueblo y sus hijos. Gracias a los que en todo momento nos han animado a seguir adelante con esta idea. Nos complace saber que hay gente que piensa como nosotros y que ve que todo esto es por y para el pueblo. Nos vemos en CASTROMOCHO.

Dámaso, 18 Noviembre, 2007.

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