El equipo que entrena el ex-torero Carlos Doyague firma un año de ensueño y se sitúa quinto a dos puntos de la fase de ascenso tras lograr el objetivo de la salvación.
La vida es sueño, que decía Pedro Calderón de la Barca en su genial obra de teatro, y muchas veces esos sueños se cumplen. Algo parecido ha debido pensar estos días el ex-torero Carlos Doyague, que acaba de cumplir cuatro años desde que tomara la alternativa entrenando al filial del Palencia Cristo tras su retirada de los ruedos, de la que ya se cumplen cerca de ocho años. Un recuerdo que permanece con cariño en la mente del entrenador morado. «El toro me formó como persona y soy lo que soy gracias a él. Si volviera a nacer siete veces volvería a ser torero, aunque me encanta ser entrenador», reconoce Doyague, que puede presumir de cumplir ambos sueños. Pero con el mundo del toro aparcado, otra afición floreció con el paso de los años, aunque realmente siempre existió desde pequeño: el fútbol.
Una ilusión que durante cuatro años ha ido creciendo en el banquillo morado, desde la Provincial a esta última temporada en Regional, donde el conjunto palentino está cerca de dar la campanada, ya que ocupa la quinta posición y está a dos puntos de jugar por el 'play-off' de ascenso. «Por suerte, tengo un equipo muy joven, con mucha ilusión y con grandes aspiraciones. Los jugadores son los primeros que han creído en esto y que han sido capaces de lograrlo. Nosotros siempre les hemos hablado con mesura del objetivo real de los 40 puntos para lograr la salvación. Una vez que se ha conseguido, les hemos invitado a soñar y ahora estamos trabajando a buen nivel para lograrlo», explica el extorero palentino.
Unos números que invitan al optimismo y que completan el ascenso personal y colectivo del equipo en la categoría, después de que el pasado año ya sorprendiese con su juego. «La temporada anterior era más de trámite porque estábamos con la covid, además era mi primera temporada en una categoría como la Regional, más difícil de lo que la gente puede pensar. Quería ver donde estaba mi techo y salieron las cosas bien, y eso me animó a seguir mejorando con ilusión. Este año, tras la reestructuración en la plantilla y el cuerpo técnico y cambiar alguna dinámica en los entrenamientos, hemos conseguido hacer un buen trabajo en una liga que, sobre el papel, es mucho más complicada que la del año pasado», señala Doyague, que de momento parece que no ha llegado a tocar su techo deportivo.
En el último encuentro, el disputado el pasado fin de semana contra el Villarcayo, terminó con goleada (5-2). «Más que el resultado, lo que importan son las dinámicas. Llevamos mucho tiempo sin perder y en casa solo nos ha ganado el Becerril, en un partido muy competido. El habernos hecho fuertes en casa nos ha dado la fuerza necesaria para estar donde estamos», confiesa el técnico.
El preparador palentino reconoce que lo que tiene por delante son cuatro finales. Los morados deben enfrentarse este fin de semana al Briviesca fuera; al Tardelcuende, en casa; al Uxama, como visitante; descansarán en la jornada 33 y acabarán el torneo regular ante el Racing Lermeño en casa. «Nuestras opciones pasan por ganar los cuatro partidos que nos quedan. Si lo logramos, jugaremos el 'play-off', que es algo increíble para nosotros. Todo pasa por no liarla estas jornadas, descansar y que se den los resultados. Es difícil, pero sabemos a lo que nos enfrentamos», afirma el técnico palentino.
El primer equipo
Un excelente trabajo que también sirve para complementarse con el primer equipo, que actualmente ocupa puestos de 'play-off' de ascenso a Primera RFEF. «Este año era muy difícil para ellos porque eran nuevos en la categoría, con un presupuesto más bajo, un cuerpo técnico local y una base con un 80-90% de palentinos. Al comienzo podías pensar que era un año de sufrimiento para los dos equipos, pero cuando pasan los meses y los resultados y el trabajo se dan, todo sirve para valorar el trabajo de los técnicos de casa y los jugadores locales. Es bonito y bueno para nosotros, también para Palencia», destaca el extorero.
El filial ha aportado calidad al primer equipo con jugadores como Manu Martín, que con su gol salvaba el partido ante el Arenteiro con el primer equipo. «Rubén Gala y yo somos buenos amigos y trabajamos bien juntos. El primer equipo tiene una plantilla corta, sobre todo en los puestos de arriba. Aprovechamos la buena dinámica que tenía Manu con el filial, después de que marcara muchos goles con el equipo. Adía de hoy es jugador del primer equipo y me alegro mucho por él. Está en una categoría que no se podía imaginar el pasado año», afirma Doyague.
Tampoco faltan los elogios por parte del entrenador del filial morado para otro equipo palentino, el Becerril. «Están haciendo una campaña impresionante. Que un equipo con una plantilla corta, con problemas y que a estas alturas de la Liga no hayan perdido, lo dice todo», apunta Carlos Doyague que quiere mostrar su temple con la muleta en esta parte final del torneo.
El Norte de Castilla, 28 Abril, 2022.