Dos meses después del fiasco de la Eurocopa organizada en casa, la federación húngara anunció el nombramiento de Chema Rodríguez al frente de la selección masculina de balonmano hasta 2024 con el principal objetivo de la clasificación para los Juegos Olímpicos de París. El técnico palentino, exjugador del BMValladolid, BMCiudad Real o Veszprém húngaro, compaginará su cargo de seleccionador con el de entrenador del Benfica portugués, banquillo en el que seguirá hasta 2023 antes de centrarse únicamente en su función de seleccionador.
–Felicidades por el puesto. ¿Qué es lo que siente?
–Antes estaba como segundo entrenador y ahora requiere más responsabilidad porque hay que tomar más decisiones. Ya conozco el grupo y es mucho más fácil.
–Ese nombramiento llega tras no lograr el objetivo en la Eurocopa que los húngaros organizaban en casa. ¿Sigue doliendo la eliminación?
–Sí, porque llevábamos dos años y medio con buenos resultados en los anteriores campeonatos, mejorando mucho el equipo, y teníamos muchas expectativas, sobre todo porque era en casa. El objetivo era trabajar mucho para llegar bien a esa cita, pero todo salió al revés. Ahora tenemos que seguir con la dinámica que teníamos antes del Europeo y regresar a la senda del triunfo. Siempre dicen que después de caer hay que levantarse, y es cierto.
–¿Ha sido una sorpresa para usted? En estos momentos se encontraba entrenando al Benfica en Portugal…
–Ya estábamos en conversaciones después del Europeo y al final la Federación ha optado por que siguiese como primer entrenador.
–De momento, la idea es que compagine la selección y el equipo portugués…
–Exacto. Tengo contrato con el Benfica hasta 2023 y soy una persona a la que le gusta cumplir. La Federación húngara lo respeta y cuando acabe estaré a tiempo completo en Hungría, no solo con el primer equipo, sino con la formación y la base.
–¿Cree que será complicado estar en ambos equipos?
–Por suerte es una situación que llevo viviendo durante los últimos tres años y el trabajo será parecido. Además, la Federación trabaja muy bien con la base y me ayuda mucho. Tanto en el Benfica como en la Federación me ponen muy fácil poder hacer ambas cosas.
–¿Qué objetivos se marca con la selección húngara?
–Me gusta ir poco a poco, pero el primer objetivo está en abril con el clasificatorio para el Mundial. Lo importante sería clasificarse entre los siete primeros porque eso nos daría plaza olímpica.
–Nada más sentarse en el banquillo, dos partidos frente a una de las selecciones ‘grandes’ como es Alemania…
–Los hemos enfocado como dos partidos amistosos para probar a la gente más joven. Tenemos muchos chicos lesionados y con gripe, así que solo contamos con cinco de los veinte jugadores que disputaron la Eurocopa. Vamos a enfrentarnos a uno de los equipos más fuertes, pero nuestra idea es que nuestros chicos se fortalezcan.
–Ahora que prácticamente reside en Hungría, país que limita con Ucrania, ¿cómo está viviendo el drama de la guerra?
–La verdad es que es increíble. Estoy trabajando en un hotel en Budapest y hay varias familias ucranianas con niños alojadas aquí. Es algo terrible. Es difícil de imaginar porque resulta complicado entender lo que pasa y ponerse en su situación. Nadie pensaba que pudiese ocurrir algo así en Europa a estas alturas. Espero que pronto se solucione y haya paz.
–¿Está siguiendo, como exjugador de la selección, el devenir de los ‘Hispanos’?
–Estoy aprendiendo porque es brutal lo que está haciendo Jordi Ribera estos últimos años. Están yendo éxito tras éxito, y todo ello pese a que se marchan grandes figuras.
–Usted fue uno de los que puso la primera piedra…
–Aquel momento fue el primer gran triunfo y el Mundial del 2005 nos hizo creer que se podía, lo mismo que ocurrió con la Eurocopa en el fútbol. Necesitábamos ese punto de poder ganar algo para dar el salto de calidad. Aquel Mundial fue algo histórico y eso es lo que necesitamos con Hungría. Cambiar ese ‘chip’ a la gente y crecer para estar entre las selecciones punteras.
–Mientras intenta lograr eso continúa al frente del Benfica…
–Estamos haciendo una temporada muy buena. En Liga estamos en la lucha con equipos punteros como el Sporting o el Oporto. En la Europa League hemos quedado segundos en un grupo difícil, con equipos como el Nantes, el Lemgo alemán y sobre todo el GOG danés. Tenemos unos cruces complicados, primero contra el Toulouse y, si logramos pasar, ante el Nimes, pero las cosas están saliendo muy bien. Ahora empieza lo importante.
–¿Tiene tiempo para viajar a su tierra?
–La verdad es que no. He vuelto a casa por Navidad y un poco en verano. Espero volver en verano, que además es cuando la gente está de vacaciones y lo coges con más ganas.
El Norte de Castilla, 23 de marzo, 2022.
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