Apenas un cuarto de entrada fue la respuesta de la afición para ver a tres jóvenes matadores, solo uno de la tierra, que se las vieron con seis toros de la ganadería de Murteira Grave, que en líneas generales, estuvo bien presentada.
El escaso público fue sin embargo benevolente y premió en exceso la labor de los toreros, aunque no es menos cierto que a éstos no les faltó disposición y entrega.
También fueron dispares los lotes que les correspondieron. Al sevillano Corpas -que hoy confirma en las Ventas su alternativa de manos de Leandro Marcos- le tocaron los mejores ejemplares. Bien con el capote, dibujó bellas verónicas bajando las manos para conducir al astado con cadencia. En su segundo estuvo voluntarioso, pero toreó con ventaja, porque abusó del pico de muleta.
El palentino Carlos Doyague, que fue quien más seguidores llevó a la plaza, se mostró muy seguro en el saludo a su primero imprimiéndole una buena tanda de verónicas y un quite por chicuelitas del que el toro salió lastimado, tras dar una vuelta de campana. En la faena de muleta lo probó por ambos pitones con algún que otro derechazo destacable.
Por su parte, el diestro Jiménez Caballero, no tuvo su tarde y tampoco fue muy agraciado en el sorteo. Voluntarioso al igual que sus compañeros, al barcelonés se le sumó una nube durante el inicio de su faena al primero y le aguó la fiesta. No obstante se arrimó, y en uno de los desplantes la res le prendió, rasgándole la taleguilla pero sin mayores consecuencias. En el que cerró plaza, el ejemplar más cuajado de la tarde, nada pudo hacer porque el animal se rajó y se fue a las tablas de donde no quiso salir.
Norte de Castilla 22 junio 2008.
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