2 de septiembre de 2025

Transportes inicia la rehabilitación de la carretera N-610 entre Palencia y Villarramiel

Los trabajos cuentan con una inversión de 917.000 euros, durarán tres semanas y se realizarán por tramos a lo largo de 29 kilómetros. 

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible inicia hoy las obras de rehabilitación para el mantenimiento preventivo del firme en varios tramos de la carretera N-610, entre las localidades de Palencia y Villarramiel, pasando por las de Villamartín de Campos, Mazariegos y Castromocho, en la provincia palentina.

Estos trabajos, según informó el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible a la agencia Ical, cuentan con un presupuesto que asciende hasta los 917.000 euros, en el marco del contrato preventivo de mantenimiento de firmes por 18,85 millones para conservar carreteras en las provincias de León, Palencia y Valladolid.

Las labores se realizarán en horario y días laborables y consistirán en el fresado y posterior reposición de la capa superficial con mezcla bituminosa en caliente, repintado de marcas viales y reposición de balizamiento, afectando por tramos a lo largo de cerca de 29 kilómetros, desde el kilómetro 7,280 hasta el 36 de la N-610.

En este contexto y para garantizar la seguridad de los trabajadores y usuarios, se producirán cortes de carril ordenados mediante señalistas con paso alternativo de vehículos.

Las intersecciones existentes en los tramos de actuación no se verán afectadas por las obras, dado que se mantendrán operarios en dichas intersecciones para regular el tráfico de la zona cuando sea necesario.

No obstante, durante las puntas de tráfico al comienzo y final de la jornada laboral, se pueden producir retenciones de vehículos en los tramos afectados por las obras, por lo que se recuerda a los usuarios que extremen las precauciones y sigan los consejos de la Dirección General de Tráfico y la Policía Local en las inmediaciones de las obras. Asimismo, la continuidad de los itinerarios peatonales no se verá afectada.

El Norte de Castilla, 2 Septiembre 2025

14 de julio de 2025

Campos del Renacimiento acoge ‘El Descendimiento’

Campos del Renacimiento acoge 'El Descendimiento', del escultor renacentista Manuel Álvarez propiedad de la Iglesia de San Esteban de Castromocho. La obra invitada permanecerá expuesta en Cisneros hasta el 26 de octubre

El Museo Territorial Campos del Renacimiento continúa su labor de difusión del patrimonio artístico palentino con la incorporación de una nueva obra invitada a su sede de la iglesia de San Pedro en Cisneros. Se trata de un medio relieve en alabastro realizado por el escultor palentino Manuel Álvarez en 1563, procedente de la iglesia parroquial de San Esteban en Castromocho y actualmente conservado en el Museo Diocesano de Palencia.

La pieza podrá contemplarse hasta el próximo 26 de octubre en el recorrido museográfico de San Pedro, templo que permite al visitante adentrarse en la evolución de la escultura a lo largo de los siglos, con ejemplos románicos, góticos, renacentistas y barrocos.

La obra representa la escena del Llanto sobre Cristo muerto, tradicionalmente conocida como El Descendimiento, aunque en esta interpretación no aparece el acto del descenso de la cruz, sino el momento posterior de duelo en el que intervienen la Virgen, San Juan Evangelista y María Magdalena. Esta última, con el tarro de los ungüentos, centra la acción simbólica y visual del conjunto.

El relieve destaca por su vigor emocional y su tratamiento del paño, modelado con una técnica enérgica y segura que genera un efecto de remolinos curvilíneos, característico del estilo de Manuel Álvarez en su segunda etapa, influido por el manierismo de Juan de Juni. La pieza, de pequeñas dimensiones, posee sin embargo un carácter monumental gracias al equilibrio de proporciones y al tratamiento volumétrico que proyecta las figuras hacia el espectador, aumentando su dramatismo.

Según estudios como el de Jesús Parrado o Teresa Ortega Coca (Las Edades del Hombre, 1999), este relieve es el único vestigio conservado del desaparecido retablo mayor de San Esteban de Castromocho, y constituye un testimonio singular del desarrollo artístico de Álvarez, considerado uno de los más destacados seguidores de Alonso Berruguete en la provincia de Palencia.

Diálogo con Francisco Giralte

La llegada temporal de esta obra a Cisneros permite, además, un diálogo único entre dos escultores de primer orden del Renacimiento español, Manuel Álvarez y Francisco Giralte, cuñados en la vida real -Álvarez contrajo matrimonio con Isabel Giralte- y ahora reunidos simbólicamente bajo la bóveda de San Pedro. Allí, el relieve en alabastro se presenta junto al imponente retablo mayor de Francisco Giralte, una de las joyas de esta sede.

Con esta incorporación, Campos del Renacimiento refuerza su compromiso con la visibilización de piezas relevantes del patrimonio religioso provincial, al tiempo que enriquece la experiencia de quienes recorren este singular museo territorial.

El Museo Campos del Renacimiento es una innovadora propuesta museográfica que articula un recorrido artístico y patrimonial por cuatro localidades de la provincia de Palencia: Becerril de Campos, Paredes de Nava, Cisneros y Fuentes de Nava. A través de cinco iglesias-museo, se invita al visitante a conocer algunas de las obras más sobresalientes del Renacimiento español, en el mismo entorno donde fueron creadas o conservadas.

El proyecto es fruto de la colaboración entre la Diócesis de Palencia, la Diputación de Palencia y la Fundación Las Edades del Hombre, con el respaldo de la Junta de Castilla y León. Su objetivo es preservar, difundir y dinamizar el patrimonio artístico y espiritual palentino.

El Norte de Castilla, 14 Julio, 2025.

20 de enero de 2025

Un proyecto convierte en murales y saca del ostracismo a silos de Tierra de Campos

'Del cemento al lienzo', iniciativa de la Diputación y Araduey, realza los pósitos de Frechilla, Cisneros y Castromocho

'Catedrales olvidadas' es el título del libro del arquitecto César Aitor Azcárate Gómez, editado en 2009, en el que rinde un tributo a los silos de cereal construidos entre los años 1945 y 1984 en España, y también a sus artífices.
 
Estos «gigantes silenciosos del paisaje español», como los denomina Francisco Mangado en el prólogo de la publicación, se abordan por primera vez desde una perspectiva netamente arquitectónica y su autor ensalza la labor anónima realizada por un grupo de ingenieros que planificaron 663 silos y 277 graneros en el país, que llegaron a acopiar en su conjunto 2,6 millones de toneladas y cuyo propósito era tejer una red nacional de edificaciones de almacenamiento y distribución de grano.

Este libro presenta una singular visión del paisaje y la arquitectura de estas magníficas construcciones industriales, verticales en su mayoría. «Los silos de la red nacional no sólo han sido uno de los más importantes episodios de construcción pública realizados desde el ámbito de la ingeniería, sino también un fascinante episodio arquitectónico», resaltó en su día Azcárate sobre estos depósitos de cereales que en Castilla y León suman 54 (cincuenta silos y cuatro graneros).

Estos rascacielos del campo que jalonan los paisajes rurales de nuestro territorio mantuvieron una fulgurante actividad hasta la supresión de la política intervencionista en 1986, una de las consecuencias del ingreso de España en la UE. En ese momento, la política agraria pasó a depender del Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA) y el mercado de cereales se liberalizó. La introducción de mejoras mecánicas y técnicas en la producción, la reorientación de la economía hacia otros sectores y el éxodo rural propiciaron un descenso de la importancia del sector agrario español y, por tanto, un abandono progresivo de estos pósitos que hoy forman parte del patrimonio industrial, aunque están totalmente desprotegidos, dejados de la mano de Dios y con un futuro incierto, y que claman que se les brinde una segunda oportunidad.

El Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) ha ido progresivamente deshaciéndose de estas catedrales olvidadas, bien traspasándolas a comunidades autónomas y ayuntamientos o sacándolas a subasta. En la provincia de Palencia, el FEGA ha enajenado hasta la fecha siete almacenes de grano. La última puja se llevó a cabo en 2021 y su resultado fue satisfactorio para el territorio palentino, ya que, tras varios intentos fallidos en anteriores convocatorias, cuatro silos encontraron comprador. La cooperativa agropecuaria palentina Agropal adquirió uno en Osorno al precio de 79.121 euros; otro, en Carrión de los Condes (100.045 euros), y un tercero en Venta de Baños (50.052), mientras que Piensos Compuestos Victoria, con sede en Barcelona, compró el segundo que se subastó en Osorno por 46.700 euros.

Otro de los proyectos que han realzado estos pósitos de cereales se ha llevado a cabo en la circunscripción palentina de la comarca Tierra de Campos mediante un convenio firmado entre la Diputación y Araduey-Campos en 2020, cuyo resultado ha sido exitoso a pesar de que entrañaba cierta complejidad, según explica el gerente del grupo de acción local, Manuel Acero.

Se trata de la iniciativa 'Del cemento al lienzo', con el que se pretende impulsar y visibilizar este territorio configurando una galería de arte mancomunada en aquellos edificios singulares y lugares emblemáticos caídos en el olvido de los pueblos comarcales, tales como silos, estaciones de ferrocarril, construcciones agrícolas, iglesias o palomares, ejecutando murales en sus fachadas o interiores para el disfrute de los visitantes y, así, convertirles en espectadores privilegiados de una experiencia única. Una apuesta innovadora y arriesgada a la que se han adscrito los silos verticales ubicados en Castromocho, Cisneros y Frechilla.

Los grafitis autorizados en las dos primeras localidades llevan la firma del vallisoletano Nano Arribas, mientras que el de Frechilla está rubricado por el leonés Manuel García Juan, artistas que fueron seleccionados tras el veredicto de un comité después de revisar y valorar las propuestas presentadas. Obras majestuosas proyectadas en un soporte único que pueden admirarse desde el verano de 2021.

«Soy de Castilla, mi patria se encuentra en una parte interprovincial que recorre la Ribera del Duero. Desciendo de padres segovianos que, por el éxodo rural, emigraron a Madrid, donde se conocieron y donde nací. He crecido en Aranda de Duero y me siento arandino, aunque actualmente vivo en Valladolid», declara Nano Arribas (1979), quien lleva quince años como autónomo pintando murales «y toda la vida con un lápiz en la oreja dibujando de todo, escenas imaginadas y vividas». «Con 16 años conocí la técnica de la aerografía, que me permitía rociar pintura como si fuera un spray, pero de manera precisa y controlada, es una disciplina con la que trabajo y con la que he desarrollado mi estilo, apostilla.

Arribas desembarcó en Cisneros y Castromocho en junio de 2021 para pintar los tres murales planteados en el marco del proyecto de Araduey-Campos. En el almacén en desuso de la primera localidad pergeñó un retrato caricaturesco en cada una de las dos caras principales del edificio: uno dedicado al Cardenal Cisneros, cuyos padres eran oriundos del pueblo palentino, y otro, al Chiborra, el personaje principal de las fiestas patronales del pueblo, dos trabajos que desarrolló en quince días. En el mural de Castromocho, en el que también invirtió ese mismo tiempo, representó a una danzante típica del pueblo. «Durante mi estancia me sentí muy a gusto y muy bien acogido porque la gente de Cisneros y Castromocho es excepcional. Mi trabajo es mucho más que llegar y pintar un mural, mi trabajo empieza en casa con la investigación de lo típico de la zona. Mi interés es hacer un mural que defina y saque el valor local y que sea una pintura que ponga en valor sus tradiciones, hecha expresamente para ese marco y ese lugar», recalca este artista.

Manuel García Juan (Palazuelo de Órbigo, 1992), residente en la capital leonesa, se inició en este arte urbano en 2005 y describe el proceso de creación del mural de Frechilla. «Empecé estudiando la superficie, ya que es un silo de mucha altura, 32 metros, y para el diseño me decanté por reproducir el baile tradicional del pueblo. Como modelos elegí a dos personas del pueblo a los que saqué fotos con la cámara réflex. El mural de Frechilla está realizado completamente a spray y ha sido mi mejor experiencia profesional por el tamaño de la superficie. La gran altura era un riesgo y una motivación», apunta García Juan. Incluso, en uno de los días de trabajo de este encargo, para el que dispuso de una grúa articulada de 32 metros, esta se quedó trabada a 26 metros y el artista tuvo que permanecer durante dos horas sin poder moverse de esa altura hasta que llegó el técnico de la empresa para reparar el elevador.

De almacén de trigo a 932 metros cuadrados de centro sociocultural

Evitar el derribo o la desaparición de este patrimonio histórico español es uno de los retos en los que se han embarcado algunos promotores públicos y privados planteando fórmulas de reconversión con el fin de dar a los silos una nueva vida en ámbitos como la cultura, la hostelería o el comercio, o convertirlos en infraestructuras civiles, como así atestiguan varias iniciativas puestas en marcha en distintos rincones del país y que han resucitado estas edificaciones en supermercados, parques de bomberos, centros culturales, bibliotecas, ludotecas, galerías de arte, centros de interpretación, hoteles, restaurantes…

Torquemada, con una población que se acerca a los mil vecinos, abrió las puertas de su centro sociocultural en agosto de 2020. Su ayuntamiento aprovechó un antiguo almacén de trigo de 932 metros cuadrados cedido gratuitamente por la Junta para brindarle una segunda oportunidad y transformarlo en el emblema social y cultural de la comarca del Cerrato.

Tras una inversión de 600.000 euros, de los que 160.000 euros han sido aportados por la Diputación, 'El Silo', como así ha sido bautizado para dar fe de su origen, alberga una sala polivalente con un aforo de 250 personas e idónea para la celebración de reuniones, espectáculos y actividades culturales, así como dos construcciones anexas: una, habilitada para vestuarios y camerinos, y otra, que abriga la Casa de Cultura y las oficinas del Ceas, ubicado antes en la casa consistorial. Esta infraestructura, de titularidad municipal, está concebida como centro de atención social y coordinador de una programación cultural anual estable; de hecho, ya forma parte de la red de los Circuitos Escénicos de Castilla y León. Pero en ella también se imparten cursos, talleres y conferencias y sus instalaciones se ofrecen a entidades públicas o privadas para organizar distintos eventos.

«Es un lugar de encuentro y era una necesidad para Torquemada disponer de un inmueble para el desarrollo de un programa cultural de calidad, contar con una sala polivalente de tamaño medio para espectáculos y actividades singulares y conseguir un espacio accesible para personas con discapacidad conforme a la normativa vigente», destacó la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, el día de la inauguración de este espacio.

José Rojo, El Norte de Castilla, 20 Enero 2025

31 de diciembre de 2024

La Banda de Música del Cerrato ofrece un animado concierto en Castromocho

El recital coincidió con la festividad en honor a San Esteban y se enmarcó en la programación navideña de la Diputación por la provincia

Castromocho celebró su día grande en honor a San Esteban con diversos actos festivos que comenzaron con la eucaristía y un vino español para todos los vecinos en el Bar Sindicato. La tarde contó con un animado campeonato de futbolín organizado por los jóvenes de la localidad. Por la tarde, en el Centro Cultural El Sindicato, la Banda de Música Comarcal de la Asociación Cultural Juvenil Baltanasiega ofreció un animado concierto navideño. Enmarcado en el Ciclo de Navidad de la Diputación de Palencia, los castromochinos disfrutaron de un ambiente festivo en el que los compases navideños se dejaron sentir de un modo especial.

El concierto comenzó con la presentación de la Escuela de Música y de la dinámica del propio concierto a cargo de María Camino y Claudia Lobato. Acto seguido, el director de la Escuela y Banda de Música Comarcal, Miguel Ángel Bello, animó a los vecinos a disfrutar con la música, invitándoles a cantar los diversos villancicos.

El programa contó con varias piezas, que incluyeron el villancico tradicional 'Con Licencia del Señor', típico del Cerrato, que los pastores cantaban en la noche de Reyes, arrancando los aplausos del público congregado. Al concierto asistieron numerosos vecinos, además del párroco de la localidad, José Luis Quijano y el alcalde, Florencio Caballero, que agradeció la presencia de la Banda de Música Comarcal en Castromocho, contribuyendo a dinamizar la localidad y fomentando la unión entre los pueblos y vecinos en estos meses de invierno. El concierto se enmarcó dentro de la programación navideña organizada por la Diputación Provincial de Palencia.

La jornada festiva en honor a San Esteban contó también con la degustación de sopas de ajo, el sorteo de una televisión y el Concierto a cargo del grupo 'El Cruce', que puso el broche de oro a la fiesta.


El Norte de Castilla, 31 Diciembre 2024

4 de agosto de 2024

Más de media vida dedicada a la Mancomunidad de Campos

Benito Cartujo se jubila y abandona su camión después de treinta y cuatro años como trabajador de limpieza urbana de toda la zona. «Es un trabajo solitario y siempre he ido acompañado por la radio. Y es verdad que te encuentras de todo»

La recogida de basuras en el medio rural es fundamental para garantizar una gestión eficiente y sostenible de los residuos. La provincia palentina cuenta con varias mancomunidades para mejorar la calidad de sus habitantes y optimizar los recursos. Una de las más importantes es la Mancomunidad de Campos con 14 municipios (Abarca, Autillo, Belmonte, Boada, Boadilla de Rioseco, Capillas, Castil de Vela, Castromocho, Cisneros, Mazariegos, Meneses, Pozo de Urama, Villamartín y Villarramiel). Y todas estas localidades han estado bajo la tutela de Benito Cartujo desde la creación de esta mancomunidad el 16 de mayo de 1990.

Después de 34 años de trabajo, ha llegado el momento de su jubilación pasando por todo el cariño de sus familiares, alcaldes y vecinos, que le han visto pasar por las puertas de sus casas durante todos estos años.

La vida de Benito Cartujo cambió en 1987. Este vecino de Villarramiel comenzó a trabajar para el Ayuntamiento de su municipio en la recogida de residuos y, tan solo tres años más tarde, con la creación de la Mancomunidad de Campos, pasó a hacerlo en varias localidades. El número de pueblos fue creciendo hasta los catorce actuales por los que ha pasado su día a día durante estas más de tres décadas.


Una ruta diferente para cada día atendiendo a los pueblos de la zona en solitario con su camión y con una tarea más ardua en verano ante la llegada de más residentes a los pueblos. «He trabajado en la Mancomunidad desde que esta se fundó. Creo que soy de los pocos que seguía desde entonces. Empecé para el Ayuntamiento de Villarramiel y, poco a poco, se fueron agregando pueblos hasta contar con la ruta que hay establecida ahora», señala Benito Cartujo.

Muchos han sido los problemas a sortear dentro de una profesión que, en líneas generales, no está muy valorada. «Es difícil esa rutina porque educar a la gente para que los residuos vayan en condiciones es muy complicado, sobre todo en el medio rural. La gente lo ve muy fácil desde las oficinas, hacen normas y demás, pero en el medio rural vive mucha gente mayor y no puedes colocarles los contenedores muy lejos. No es lo mismo las ciudades que los pueblos, hay que tratarles de otra manera», afirma.

«He hecho muchos amigos en todos los pueblos durante estos años. En la despedida han venido muchos alcaldes de los municipios e incluso hay algunos que no están ya al mando y también han venido. Nunca me he llevado mal con nadie y he podido hacer en todo este tiempo muchas amistades», reconoce.

Una de las principales problemáticas a superar en su puesto era la soledad. «Es un trabajo solitario y siempre he ido acompañado por la radio. Hay días que llueve, días de niebla, de nieve o de calor. Es verdad que no es fácil, que te encuentras de todo. Ahora después de tantos años me toca descansar un poco», añade.

Pasar tantas horas en las calles de los diferentes municipios le ha dejado una enorme huella en forma de anécdotas. «Han sido tantos años que como para no tener buenos y malos recuerdos. Por ejemplo, ir a un pueblo y olvidarse de los contenedores. Llegar a un pueblo y encontrarte un frigorífico dentro del contenedor. Claro, a ver quién saca ese contenedor trabajando solo. Muchas historias casi a diario», rememora Benito Cartujo.

Treinta y cuatro años trabajando para la mancomunidad dan para muchos cambios. «Este trabajo ha cambiado mucho. Antes la basura casi se iba recogiendo puerta por puerta y ahora es diferente. Con los contenedores diferentes, la gente está más preparada con más recursos y los camiones son más modernos. Han sido muchas novedades con el paso de los años y la verdad que es muy diferente», expresa.

Mejoras para los mayores

Con vistas al futuro, siguen quedando mejoras por implementar en este tipo de servicios de recogida de basuras. «Siempre he dicho que la clave para poder mejorar en este trabajo es facilitar las cosas a la gente. Ponerles facilidades a las personas mayores, porque la mayoría de la gente que reside en los pueblos son personas mayores. No saben dónde tienen que tirar las cosas y no les damos soluciones. Prohibir está muy bien, pero cuando uno establece una prohibición debe dar también una solución a ese problema», analiza.

La presencia de decenas de personas este pasado viernes para despedir a Benito Cartujo no fue una casualidad. Un pequeño reconocimiento al enorme trabajo que ha desempeñado este vecino de Villarramiel durante tantos años para toda una mancomunidad. Una grata sorpresa para despedirse con alegría de todas las amistades creadas durante más de treinta años. «No me esperaba esta despedida y la presencia de tanta gente en mi último día de trabajo. Me ha sorprendido mucho. Me he quedado alucinado, mi compañero del relevo me ha liado para llevar el camión una última vez y me he encontrado con esta gran sorpresa. Han venido también todos mis compañeros de teatro, además de la familia y los alcaldes. Sorpresas así siempre son gratas», concluye Benito Cartujo.

Adrián García, El Norte de Castilla, 4 Agosto 2024.  



29 de junio de 2024

Castromocho, de las harineras a las cooperativas

El motor económico de la localidad son la agricultura y la ganadería, aunque el Ayuntamiento y el bar también son parte fundamental

Cuando alguien se aproxima a Castromocho, en la provincia de Palencia, es fácil adivinar cuál es el principal motor económico del pueblo. Con la mirada puesta en las extensas hectáreas, mayoritariamente cerealistas, descubrimos la riqueza y la fertilidad de una tierra que tanto ha ofrecido generación tras generación.

La época dorada de este municipio se remonta al siglo XX. El apogeo industrial y el sueño agrícola y ganadero empieza a darse forma con la fundación de la Harinera de Castrillo. Una fábrica construida con adobe y recubierta con placas de ladrillo rojo que logró tener una capacidad de hasta 18.000 toneladas. Luego le siguió la Harinera de Campos Los Ángeles.

En 1936 se abría una factoría con capacidad de 20.000-22.000 toneladas que daría trabajo a 22 personas, con turnos ininterrumpidos las 24 horas del día. Con el tiempo los turnos se fueron reduciendo, así como la plantilla. Al final sólo funcionaba con un turno de ocho obreros. Esta fábrica funcionó como cooperativa y cada uno de los 300 socios poseía una acción de dos pesetas, valor de una fanega de trigo.

Más tarde llegó la fundición de hierro a Castromocho. En 1941 se levantó y duró poco más de diez años. Se dedicó principalmente a cubrir las necesidades del campo elaborando arados, vertederas o rejas, entre otros aperos. Con la evolución de los nuevos métodos empleados en el campo, surgió la necesidad de crear grandes paneras o almacenes para alojar la siembra. Por ello, Castromocho contó con dos silos.

Muchos años han pasado y cada vez quedan menos agricultores en la localidad. Ahora, el desarrollo de Castromocho también depende de su principal institución: el Ayuntamiento. Gracias a la recaudación de impuestos, la rentabilidad de las placas solares y los fondos de los Planes Provinciales la localidad atisba esperanza. La vida social continúa en el bar, que sobrevive con ayuda del Consistorio, y el número de habitantes no desciende gracias a la construcción de ocho viviendas sociales.

De las harineras y los silos, Castromocho ha pasado a tener como empuje económico a las cooperativas Agropal y Cortecam. La primera se abrió en 1997 y cuenta con 5.031 metros cuadrados de almacenes con una capacidad de 14.500 toneladas. Por otro lado, en Cortecam se dedican a vender leche y lechazos desde hace más de treinta años. Está formada por 45 socios y cuenta con dos trabajadores.

La economía

Cooperativas. Cortecam y Agropal son dos cooperativas fundamentales en la economía local de Castromocho.

Antiguos silos. En el siglo XX, al final de la cosecha los agricultores tenían que acudir obligatoriamente al silo a vender su grano.

El Norte de Castilla, 29 Junio, 2024.

Palomares y agua, el tesoro de Castromocho

«Es importante que nuestros pueblos no desaparezcan porque cuando nos demos cuenta de su valor será tarde para recuperarlos»

Aunque las perspectivas de futuro de municipios como el nuestro no sean demasiado esperanzadoras, nosotros creemos que vivir en un pueblo tiene beneficios de los que muchos quisieran disponer en las grandes urbes. Castromocho, no sólo es un territorio del sur occidental de Palencia que está próximo a la capital. Castromocho es un lugar que se sitúa en plena comarca natural de Tierra de Campos, idóneo para desconectar y en el que se puede reconectar con la naturaleza que le rodea.

Castromocho es el tercer pueblo del mundo con mayor número de palomares y cuenta con un importante tesoro, el agua. Y es que nuestra localidad también fue pionera, dispone de agua corriente desde el año 1946, fecha en la que se trajo tan preciado bien a través del campo de Abarca para hacer dos depósitos y un circuito alrededor del pueblo para abastecer los pilones y las fuentes públicas. Infraestructuras que hoy perduran en el tiempo y que puede visitarse al aire libre, al igual que los antiguos lavaderos.

Castromocho también puede presumir de tener una 'Vía Verde', cuyo recorrido permite disfrutar de la Tierra de Campos y sus extensos espacios cerealistas, así como de los humedales recuperados de la Laguna de la Nava y la Laguna de Boada y la flora y fauna asociada a esta rica tierra. Un vial que tiene una longitud de 29,8 kilómetros y está acondicionado para facilitar el tránsito de peatones y ciclistas.

Y si hablamos de festejos, hay citas en el calendario para Castromocho que no pueden pasarse por alto como son: San Antón, la matanza, los carnavales, San Isidro, la Octava del Corpus Christi, la Romería o el Día del Ángel. ¡Y qué decir de nuestra riqueza patrimonial! Las iglesias de San Esteban y de Santa María de Colaña y los puentes sobre el río Valdeginate.

En definitiva, que es importante que nuestros pueblos no desaparezcan porque cuando nos demos cuenta de su valor será tarde para recuperarlos.

Florencio Caballero, Norte de Castilla, 29 Junio, 2024




12 de mayo de 2024

Castromocho echa a correr

Primera prueba del circuito Legua a Legua de la Diputación con las victorias de Javier García del Barrio y Sara García Domingo. Una prueba con un total de 350 participantes en la categoría absoluta, con 5.572 metros de recorrido dividido en dos vueltas.

Si hay una prueba popular dentro de las carreras que se dan en la provincia de Palencia, esas son las Leguas. Y más concretamente las que integran el circuito Legua a Legua de la Diputación de Palencia que han arrancado hoy y que se desarrollarán hasta finales del mes de junio en diferentes localidades. Ha sido en Castromocho donde los participantes en este grupo de carreras de alrededor de 5 kilómetros han echado a correr.



Una prueba con un total de 350 participantes en la categoría absoluta, con 5.572 metros de recorrido dividido en dos vueltas. Y aunque son carreras eminentemente populares, son carreras y por tanto hay ganadores.

En este caso, en la categoría masculina, la victoria fue para Javier García del Barrio que recorrió dos veces el circuito en apenas 16 minutos y 37 segundos, a una media por debajo de los 3 minutos el kilómetro.

Segundo fue David García Catalina, ligeramente por encima de los 17 minutos (17’02”) y tercero en la meta fue Andrés Fernández Vítores (17’38”).


En categoría femenina, la vencedora fue Sara García Domingo, con un tiempo de 19’39”, a una media de 3’31” el kilómetro; segunda fue Elisa Hernández, con 20’37” y en tercer puesto quedó Alicia Diago, que disputó la plata en los últimos metros, con 20’39”.

Además también se ha disputado carreras infantiles, cuyas clasificaciones se pueden comprobar en este enlace.

La próxima prueba de este circuito que suma cuatro carreras diferentes, tendrá lugar en la localidad de Prádanos de Ojeda, y se disputará el próximo domingo 26 de mayo. Más información sobre el reglamento de las carreras así como de los modos de inscripción en la web de la Deportes de la Diputación de Palencia dedicada al circuito del Legua a Legua.





Óscar Herrero de Palencia en la Red, 12 de Mayo 2024.