5 de agosto de 2011

Unidos por el Sindicato

El Sindicato Católico Agrícola de Castromocho, uno de los primeros de España, fue el motor económico del municipio y el eje vertebrador de la comarca • Cien años después de su inauguración, el pueblo le rinde homenaje.

Pocas oportunidades tiene un pueblo de sacar pecho y soplar cien velas. El 10 de julio de 1911, el sacerdote Dionisio Benito fundaba en Castromocho el Sindicato Católico Agrícola de la localidad, una de las primeras cámaras agrarias fundadas en Palencia a instancias del Padre Sisinio Nevares, que pasarían a la historia por ser pioneras en España. El Sindicato Católico Agrícola surgía, hace ahora cien años, con ambiciosos objetivos: «el desarrollo y la defensa de los intereses agrícolas y el perfeccionamiento moral, intelectual y material de los asociados y sus familias», expresaba su reglamento.

Con este fin siempre presente, la organización sindical de Castromocho fue creciendo hasta convertirse en el eje vertebrador de la comarca. Tenía Caja de Préstamos y de Ahorros, con la que aseguraba la buena gestión de los recursos financieros de sus socios y les dotaba de los fondos necesarios para comprar terrenos o casas, y Caja de Socorros Mutuos «para casos de enfermedad o muerte y para atender las necesidades más urgentes», según expresaban sus estatutos.

«Era el motor económico de Castromocho y de toda la comarca. Buena parte de las familias del pueblo pudo comprar sus casas gracias a los préstamos del Sindicato», comenta el alcalde de la localidad, Florencio Caballero, para añadir que, gracias al impulso de esta organización, se creó la cooperativa de la Harinera de Los Ángeles, que llegaría a convertirse en el sustento de toda la comarca.

Pero la labor del sindicato no se limitaba a las cuestiones económicas. «No hay que olvidar que había sido fundada por un cura», destaca el alcalde para explicar cómo esta institución velaba por el buen comportamiento moral de sus socios y por «el fomento de la enseñanza por medio de escuelas, conferencias, bibliotecas, publicaciones...», tal y como expresa su reglamento, muy estricto en determinadas cuestiones. «No estaba permitido que se asociaran las mujeres y el acceso a la sede estaba restringido», destaca Florencio Caballero.

EL FIN DE UNA ÉPOCA. Con el tiempo, estas rigurosas normas se fueron relajando y la sede del Sindicato se reformó. «A principios de los 60 se creó un pequeño bar y en los 70 se permitió la entrada de las señoras». Pero los esfuerzos invertidos no impidieron que el Sindicato viniera a menos al tiempo que la despoblación devoraba el esplendor de Castromocho.

En 1991, los últimos 50 socios decidieron disolverlo y ceder el edificio al Ayuntamiento, con el compromiso de que éste lo mantuviera abierto al servicio del interés general del pueblo. «Ya no quedaba gente que lo atendiera y estuvo cerrado más de un año», comenta Caballero. Hoy es el Bar Sindicato y no sólo está perfectamente atendido sino que, además, es sede de numerosas actividades.
Veinte años después de su cierre y en el centenario de su inauguración, Castromocho rinde homenaje a esta emblemática Institución. «¡Cien años no se cumplen todos los días!», afirma el alcalde.

CONMEMORACIÓN


Tributo. Mañana, Castromocho rendirá tributo al Sindicato con una jornada festiva en la que los toros y Carlos Doyague serán protagonistas.

12,30 horas. Misa en la iglesia de San Esteban. A continuación, se descubrirá una placa conmemorativa del centenario.

13,35 horas. Vermut popular en El Sindicato.

18,30 horas. Gran Festival Taurino Flamenco en el que se lidiarán novillos toros de la ganadería Valdeguareña: cuatro por el matador de toros local Carlos Doyague y uno para el novillero Antonio Boyano. El festejo estará amenizado por la voz de Santiago Borja y Saray y la música de Emilio Fernández y Jamores.

22,30 horas. Verbena popular en la que se realizará una exposición audiovisual de fotografías antiguas en la plaza de la Solana.

Diario Palentino Digital, 5 Agosto 2011.

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